Y si me preguntas cuánto te amaré, te diré que lo haré lo necesario, lo justo, la cantidad exacta que necesitas para que comiences a creer en nuestro amor. Y después, cuando ya creas, te amaré con fuerzas, con las ganas locas de los que aman, con la cordura perdida de los enamorados. Te amaré a gritos, te amaré en silencios y cuando lo dudes gritaré a los vientos que siempre te amaré. Algunas veces más, otras veces menos, pero con el amor ingenuo que se lleva la madurez.
Guardare ese amor, ese amor de niños, que se entrega todo y te lo daré, porque aunque lo niegues, yo se amor mio, que unos de estos días te voy a tener.