Ha pasado más de un año desde aquel adiós, donde te llevaste mi corazón y mi último beso de amor. Ha pasado demasiado desde la última noche juntos, desde la última vez que me hiciste tuya, y no digo “que fui tuya” porque la verdad nunca he dejado de serlo.
Tu vida ha continuado, la mía también lo ha hecho, pero quedaron unos lazos muy fuertes entre los dos. Sí, he besado otros labios, he dormido en otra cama, pero no he sentido ese palpitar de mi corazón al mirarlo a él, no como cuando te veía a ti.
He tenido sexo desde que no estas, más no he hecho el amor.
Y hoy después de un año y medio me preocupa que jamás te logre olvidar, y que sea cierto eso que dicen que amor tan solo el primero, los demás son para olvidar.
Pero no sé qué sientes tú, no sé si tú me ames y me necesites así como yo a ti.
¿Sabes? Mi mayor deseo es verte otra vez, mirarte a los ojos y saber toda la verdad. Porque conozco tu mirada, y sé que si aún me amas lo veré en ella.
Pero aún no te veo, y sé que ese día tal vez nunca llegue, o tal vez llegue demasiado tarde. Siento temor de que mis besos ya no sean tus favoritos y que ella se haya robado tu corazón.
Corazón que solía ser mío. Siento miedo de que mis manos ya no te vuelvan a acariciar jamás o de que mis ojos no te puedan ver otra vez, pero más aún, le temo a volverte a ver.
Temo encontrarte y ver que aún sigo enamorada de ti, que no te he olvidado. Que aún amo todo de ti. Temo verte y que mis manos tiemblen y que mi corazón se pare.
Porque sé que no te tendré, que podrás ser mío por días, pero no para siempre, porque me veré otra mañana diciéndote adiós, dándote mi último beso de amor.
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